El periódico "Las noticias" de Cuenca, en su número 25 del 19 de abril
de 1905, recoge cómo el Excmo. Sr. D. José Cobo adquiere una preciosa
imagen representando a San Juan, adquirida expresamente para que figure
en la nueva procesión titulada "El Silencio".
Posteriormente, el también periódico de Cuenca "El progreso Conquense",
en su número 4372 del 11 de abril de 1906, recoge la siguiente noticia:
Don José Cobo, Senador por la provincia, ha regalado un magnífico
candelabro, con destino al grupo de San Juan y la Virgen, que forma
parte en la Procesión del Silencio, comppuesto de veintiuna lámparas con
tulipas y de un sencillo estilo.
De ambas noticias se deduce que el "Paso", solamente con la Imagen de
San Juan, ya desfiló en la procesión del Miércoles Santo de 1905, año de
la creación de dicha procesión; y posteriormente en la Semana Santa de
1906, se incorporó la Virgen, con lo que quedó completado el "Paso"
actual.
En el año 1909, según consta en documentación que obra en poder de la
Hermandad, y concretamente un programa de la Semana Santa de dicho año,
aparece entre las distintas hermandades que componen la Procesión del
Silencio, la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Amargura con
San Juan Apóstol.
También en el año 1909, según de desprende del número 799 de "El Correo
Católico" del 10 de abril, que dice: "hemos admirado las artísticas
andas con las que ha desfilado el grupo de San Juan y la Virgen, donadas
por la virtuosa señora Doña Anselma Lledó, viuda de Espinosa".
Hasta el año 1928 no queda constituida la Hermandad propiamente dicha,
ya que hasta entonces se la nombraba como "grupo" y no se disponía de
uniforme.
El Día de Cuenca, en su número del 16 de marzo de 1928, comunica a sus
lectores que "se ha constituido una nueva hermandad de San Juan y la
Soledad de la Procesión del Silencio. Todos los cofrades que quieran
inscribirse en ella, lo harán por sólo el pago de entrada de dos
pesetas. La túnica será morada, capuz encarnado con una cruz verde sobre
el pecho. El primer cofrade inscrito es el Excmo. Sr. Don José Cobo."
El mismo diario, en su número del día siguiente, publica que "por la
concordia establecida por las Hermandades que constituyes la procesión
del Silencio del Miércoles Santo, se ha acordado que los de la nueva
cofradía de San Juan y la Soledad vistan túnica azul, cinturón encarnado
y capuz blanco."
En la Semana Santa de 1929, según consta en el número 46 de "La Opinión"
del 21 de abril, la Hermandad estrena "unas ricas andas de plata,
costeadas por algunos devotos"; y, en el número 2224 de El día de
Cuenca, se publica:
Anoche tuvimos el gusto de admirar unas artíticas andas de plata
que, donadas por el Excmo. Sr. Don José Cobo para el paso de San Juan y
la Virgen, se hallan expuestas en el comercia industrial de esta plaza
D. Calixtino Benedicto.
En el periódico "La Voz de Cuenca", en su número 405 del 21 de abril de
1930, recoge cómo "San Juan y la Virgen lució un magnífico palio de
plata meneses de traza gótica, donado por Don José Cobo".
Según noticias periodísticas de la época, se sabe que la Hermandad contaba con 120 cofrades en 1929.
Posteriormente, durante la Guerra Civil española, fueron destruidas las
imágenes, así como todos los enseres, incluidas las andas y la totalidad
de la documentación de la que disponía la Hermandad.
Transcurrida la Guerra Civil, en el año 1942 se incorpora nuevamente al
desfile procesional luciendo tallas nuevas, las actuales, obra del
escultor Luis Marco Pérez.
El capítulo General Extraordinario de la Hermandad del 3 de septiembre
de 1950, da por constituida la "Real, Ilustre y Venerable Cofradía de
Nuestra Señora de la Amargura y de Nuestra Santísima Madre de las
Angustias", debido a la reducción de sus hermanos tanto en número como
en filas.
El 10 de abril de 1954 se da por extinguida la unión con la Hermandad de
Nuestra Señora de las Angustias, celebrando el día 26 de nayo de 1955
su primera junta, tras la separaciñon, aprobándose nuevas
constituciones.
Desde esta fecha y hasta la década de los 70, la Hermandad pasa, al
igual que la mayoría de las hermandades de la Semana Santa de Cuenca,
dados los escasos recursos económicos de los que se disponía, por una
etapa bastante precaria en todos los sentidos.
A partir de los años 80, y con la incorporación de la mujer a los
desfiles procesionales, se inicia una etapa de auge y esplendor,
desembocando en la actual Semana Santa de Cuenca, declarada de Interés
Turístico Internacional.
Extraído de la revista Cuenca Nazarena de 2009.
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